El Centro de actividades




La compra del "Exersaucer", el centro de actividades, fue una idea genial de mi marido (aunque yo al principio me opuse, para no perder la costumbre, me parecía carísimo).


Salvi tenía un poco más de un año, y, en el primer tiempo sirvió para tenerlo sentadito, entretenido con todos los juguetes que trae. Su piso cóncavo provee un balanceo muy agradable, apenas el niño se mueva un poquito. El asiento giratorio le ayudó a fortalecer su cintura, entrenándolo para girar sobre su cuerpo. Más tarde comenzaría a intentar llegar a los juguetes colgados del arco, todos con música y sonidos, referencia a colores, figuras y números (claro que en inglés).





Aprendió también a dar vuelta las páginas de un libro, estimulado por los sonidos que emite el libro electrónico aplicado en la parte delantera.


Más tarde llegaría el momento de empezar a pararse por sus propios medios, ejercitando sus piernas, al estirarse para alcanzar algún juguete que veía cerca, o algo que le interesara. El bamboleo del piso se bloquea con unas patitas que el juego trae, si uno quiere más estabilidad. Así el empezó a jugar con otros juguetes que le dejamos cerca en cajas. Allí ve la tele, salta y grita entusiasmado con sus dibujitos preferidos, y sigue la actividad de todos los de la casa, apenas sostenido por la cintura, casi como unas manos que le brindan apoyo cuando lo necesita, y si se cansa, simplemente se sienta. Es realmente completísimo, es su oficina, desde allí (nos) maneja a todos. El costo del juguete se amortizó con creces en estos dos años que lleva usándolo.




Y, ahora, vamos a seguir exigiéndole más, pobre juguetito.
Hace un tiempo que estamos averiguando sobre andadores. Preguntamos aquí y allá. A otros papás, a algunos amigos. Mirámos páginas y páginas de internet. Y vimos que:
  • Los hay importados, preciosos, muy bien pensados, con materiales livianos, realmente bien hechos. Las contras: nuevos son muy caros. Se pueden conseguir usados a precios accesibles, pero es difícil conseguir el que realmente uno necesita.
  • Hay nacionales, no tan bonitos, muy "aparatosos", pesados. En general son estructuras muy grandes, pensadas para niños más grandes y corpulentos.
  • En realidad, lo que ÉL necesita es un andador de los comunes, para niños chiquitos, sólo que adapatado a su altura, ya que no tiene más peso que un niño de un año, aprendiendo a caminar, ni necesita sostenes especiales a nivel de tronco, dado su control y equilibrio.

Y allí es donde aparece de nuevo el centro de actividades. Pensamos en una estructura liviana que se adapte al asiento y la base donde asientan los juguetes, y que tenga ruedas, con la altura y la base medidas para él, adecuadas como para permitirle alguna movilidad, sin resignar seguridad. No es que creamos que al apenas tenerlo va a salir caminando con él, pero quizá al interesarse en algo y se estire para alcanzarle, comience a incorporar la idea de trasladarse. Es una idea que quizá sea momentánea, y más adelante busquemos otra opción, dependiendo de lo que vaya necesitando.

Por el momento estamos muy entusiasmados esperando que nuestro nuevo/viejo juguete llegue del taller...y Salvi extrañándolo mucho, ahora pasa del sillón al corralito, de allí a la silla de comer, de ahí a una sillita baja, y en ningún lado dura mucho, de todos se cansa enseguida, y termina como ahora, a upa de mamá.

Comentarios

  1. Hola! Bravo por Salvi, que bueno que esta este juego realmente no lo conocia.
    Me alegra que esten tan contentos.
    Besos

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  2. Excelente la pequeña maravilla, cuanto camino a recorrido junto a salvi y cuanto le ha ayudado, a seguir sacándole el jugo a la pequeña maravilla :)

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  3. Feliz día de la amistad! es nuestro deseo que sean muy felices.
    Cari y Yoly

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